Yo soy la Juani, doce años después, parece una peli romántica de canis que refleja la cultura del abuso sexual. Se ha quedado antigua e ingenua. ¿Qué habría hecho Bigas Luna hoy en día en este mundo precario de jóvenes explotados, redes sociales, youtubers, trap y reguetón? Se apuntaría la Juani a OT o a la Voz?. Querría ser influencer o it-girl de barrio? Se ganaría la vida de teleoperadora mientras asiste a castings? Sí, siguen existiendo los macrobotellones y los coches tuneados, los canis y chonis, cada vez más mestizos, españoles, rumanos, morillos y latinos. Pero de verdad que quieren ser actores o actríces?. Eso se quedó como de los tiempos de maricastaña. Ya nadie quiere esforzarse para ser algo. Cuesta demasiado. Yo soy la Juani barruntaba algo de lo que vendría después, también a este tiempo de "Manadas". Pero sus personajes aún no estaban tan obsesionados con la propia imagen como la gente de ahora. Creo que a Bigas Luna, en el año 2018, le saldría una peli mucho más dura, cínica y desesperanzada.

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