No pasa el tiempo por El milagro de P.Tinto. Me lleva a ese otro yo de
los 90 interesado por el mundo del cine e ilusionado por escribir
guiones para cortos. Es complicado recordar a esa persona, el mundo
parece ya otro. Y no hay tiempo ni ganas de escribir. Además, escribir
qué?. Escribir guiones estaba relacionado con amigos introducidos en ese
medio, por afición o estudios. Una vez que esos amigos ya no están, qué
sentido tiene vivirlo en soledad?. Ya no tengo necesidad de contar ese
mundo interior porque me rodean otras vidas nuevas. Pero esas aficiones
me daban una especie de identidad. Y si estas pierden importancia e
interés, entonces, qué soy?. No pasa el tiempo para El Milagro de P.
Tinto. Es nuestro Amèlie o Arizona Baby. Un cine que ya no se hace.

Comentarios