Por la noche estuve viendo una peli española independiente, 
Berserker, que me gustó bastante, no solo por su interés argumental y 
sus peculiares actores, sino también porque me hizo recordar otros 
tiempos en Madrid, cuando antiguos amigos cordobeses ya perdidos, hace 
más de 15 años, se vinieron a sobrevivir y estudiar cine a la capital, y
 realizaron cortos en esos pisos de pasillos larguísimos del centro de 
Madrid, parecidos a los que salen en esta peli de escasos medios. Tesis y
 Abre los ojos, los primeros largos de Amenábar, aún transmitían ese 
ambiente de estudiantes pobres de audiovisuales y cinematografía con 
mucha imaginación. Berserker lo recupera y uno se da cuenta que lo único
 que ha evolucionado han sido los móviles y los ordenadores.
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