HOY dos propuestas que eluden la sosez estética y argumental de los telefilmes que habitualmente adaptan relatos de género, y optan por aportar una gratificante experiencia puramente cinematográfica.
STUNG es una simpática monster movie de insectos gigantes parasitarios asesinos que recupera lo más festivo de films como MIMIC o LA MOSCA subrayando lo bizarro y cómico, con buenas dosis de ritmo, gore y combinando con buen gusto efectos especiales de animatrónicos y de maquillaje clásicos y digitales, y haciendo que un menú en principio tan sobado no se repita y sepa a fresco en mitad de un conato de comedia romántica.
FEAR CLINIC adapta a largometraje la webserie del mismo título, y cuenta también como coprotagonista con Robert Englud, añadiendo a Fiona Dourif (hija de Brad Dourif y labrándose carrera como Scream Queen tras aparecer con su padre -más o menos-en LA MALDICIÓN DE CHUCKY, reseñada AQUI-) y a un elenco de jóvenes actores que dan efectiva réplica al veterano del cine de terror americano, que desarrolla un personaje bienvenidamente inesperado por eludir su histrionismo habitual y situarse más cercano a Mad Doctors victimistas y melancólicamente góticos como los que interpretó en ocasiones el gran Vincent Price.
Una serie B desacomplejada, interesante, cuya historia parece que pillemos casi empezada, lo que lejos de no hacerla comprensible le aporta atractivo, y con buenos y a ratos inquietantes efectos especiales de maquillaje a manos del equipo artesano de Robert Kurtzman.
STUNG es una simpática monster movie de insectos gigantes parasitarios asesinos que recupera lo más festivo de films como MIMIC o LA MOSCA subrayando lo bizarro y cómico, con buenas dosis de ritmo, gore y combinando con buen gusto efectos especiales de animatrónicos y de maquillaje clásicos y digitales, y haciendo que un menú en principio tan sobado no se repita y sepa a fresco en mitad de un conato de comedia romántica.
FEAR CLINIC adapta a largometraje la webserie del mismo título, y cuenta también como coprotagonista con Robert Englud, añadiendo a Fiona Dourif (hija de Brad Dourif y labrándose carrera como Scream Queen tras aparecer con su padre -más o menos-en LA MALDICIÓN DE CHUCKY, reseñada AQUI-) y a un elenco de jóvenes actores que dan efectiva réplica al veterano del cine de terror americano, que desarrolla un personaje bienvenidamente inesperado por eludir su histrionismo habitual y situarse más cercano a Mad Doctors victimistas y melancólicamente góticos como los que interpretó en ocasiones el gran Vincent Price.
Una serie B desacomplejada, interesante, cuya historia parece que pillemos casi empezada, lo que lejos de no hacerla comprensible le aporta atractivo, y con buenos y a ratos inquietantes efectos especiales de maquillaje a manos del equipo artesano de Robert Kurtzman.
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