POWERS adapta la serie de cómics de Brian M. Bendis (uno de los pilares actuales de MARVEL) y el dibujante Michael Avon Oeming (autor también de los conocidos RATONES TEMPLARIOS, que tienen un cameo en la serie para observadores) publicada primero por IMAGE y luego por el sello ICON de MARVEL para autores independientes. Seguramente su primera temporada se verá eclipsada por el merecido fenómeno de entusiasmo que ha generado DAREDEVIL, sin embargo merece mayor atención y aprecio.
POWERS llega un poco bastante donde la recordada HÉROES apenas apuntó. Es una serie adulta y creíble que con medios limitados (comparados a las superproducciones que hoy día se facturan para televisión) da grandes resultados.
Sus personajes son profundamente imperfectos, sus villanos, extrañamente humanos (y es que aparte de sobre el papel, Noah Taylor es un buen actor), o directamente monstruos, y asistimos a una realidad plausible si existieran personas con superpoderes, sin renunciar a los trajes coloridos para resultar "realistas". Los combates entre supers son sucios y con sangrantes consecuencias
En la misma dirección que el cómic THE BOYS, se muestran los peligros y abusos que supone tener un star system de superhéroes incontrolables por encima de la ley y el vuelco que ha dado el mundo con ello. Reflexiones sobre el mundo real a través de una fantasía entretenida, divertida e interesante. Como un buen cómic.
POWERS adapta la serie de cómics de Brian M. Bendis (uno de los pilares actuales de MARVEL) y el dibujante Michael Avon Oeming (autor también de los conocidos RATONES TEMPLARIOS, que tienen un cameo en la serie para observadores) publicada primero por IMAGE y luego por el sello ICON de MARVEL para autores independientes. Seguramente su primera temporada se verá eclipsada por el merecido fenómeno de entusiasmo que ha generado DAREDEVIL, sin embargo merece mayor atención y aprecio.
POWERS llega un poco bastante donde la recordada HÉROES apenas apuntó. Es una serie adulta y creíble que con medios limitados (comparados a las superproducciones que hoy día se facturan para televisión) da grandes resultados.
Sus personajes son profundamente imperfectos, sus villanos, extrañamente humanos (y es que aparte de sobre el papel, Noah Taylor es un buen actor), o directamente monstruos, y asistimos a una realidad plausible si existieran personas con superpoderes, sin renunciar a los trajes coloridos para resultar "realistas". Los combates entre supers son sucios y con sangrantes consecuencias
En la misma dirección que el cómic THE BOYS, se muestran los peligros y abusos que supone tener un star system de superhéroes incontrolables por encima de la ley y el vuelco que ha dado el mundo con ello. Reflexiones sobre el mundo real a través de una fantasía entretenida, divertida e interesante. Como un buen cómic.
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