EL DESTINO DE JÚPITER es un DUNE para la generación de HARRY POTTER, CREPÚSCULO y LOS JUEGOS DEL HAMBRE (asumiendo que sean la misma). Esta Space Ópera transmite tanto esa sensación que mientras la veía en la sala de cine estaba autoconvencido de que adapta la primera entrega de alguna reciente trilogía literaria juvenil, permitiéndome incluso imaginar en algunos pasajes qué escenas podrían estar saltándose abruptamente información importante de los libros. Pero en absoluto. Pese a su espíritu Young Adult, es un guión original de sus hermanos realizadores, y su carácter de fantasía incluso infantil no es para nada desdeñable.
No será el film que haga olvidar MATRIX pero tampoco tiene porqué. En su batiburrillo de ideas, llega a coincidir muy superficialmente con algunos de sus planteamientos, aunque estos tampoco eran nuevos entonces, en todo caso más sugestivos y sorprendentes.
El cameo de Terry Gilliam podría formar parte sin problema de una de sus propias películas, y las referencias de la película que el espectador, aficionado a la ciencia ficción y la fantasía, puede identificar son tantas que no merece la pena enumerarlas. El film las asume con solvencia y sin salirse un ápice de su enfoque, con un argumento en realidad simplón que podrían haber firmado el Luc Besson de EL QUINTO ELEMENTO o el James Cameron de AVATAR, pero que plasmado en pantalla difiere en mucho de uno y otro, aunque sus directores también saben imprimirle personalidad propia.
En definitiva, un entretenido divertimento que según taquilla puede generar o no continuación (no la necesita, tampoco le hace ascos a ampliar su cosmogonía), y que personalmente, obviando sus evidentes diferencias, en mi subjetividad me retrotrae a cómics del maestro Jack Kirby en su aspecto más cósmico de los años 70, como LOS ETERNOS de Marvel o LOS NUEVOS DIOSES de Dc.
EL DESTINO DE JÚPITER es un DUNE para la generación de HARRY POTTER, CREPÚSCULO y LOS JUEGOS DEL HAMBRE (asumiendo que sean la misma). Esta Space Ópera transmite tanto esa sensación que mientras la veía en la sala de cine estaba autoconvencido de que adapta la primera entrega de alguna reciente trilogía literaria juvenil, permitiéndome incluso imaginar en algunos pasajes qué escenas podrían estar saltándose abruptamente información importante de los libros. Pero en absoluto. Pese a su espíritu Young Adult, es un guión original de sus hermanos realizadores, y su carácter de fantasía incluso infantil no es para nada desdeñable.
No será el film que haga olvidar MATRIX pero tampoco tiene porqué. En su batiburrillo de ideas, llega a coincidir muy superficialmente con algunos de sus planteamientos, aunque estos tampoco eran nuevos entonces, en todo caso más sugestivos y sorprendentes.
El cameo de Terry Gilliam podría formar parte sin problema de una de sus propias películas, y las referencias de la película que el espectador, aficionado a la ciencia ficción y la fantasía, puede identificar son tantas que no merece la pena enumerarlas. El film las asume con solvencia y sin salirse un ápice de su enfoque, con un argumento en realidad simplón que podrían haber firmado el Luc Besson de EL QUINTO ELEMENTO o el James Cameron de AVATAR, pero que plasmado en pantalla difiere en mucho de uno y otro, aunque sus directores también saben imprimirle personalidad propia.
En definitiva, un entretenido divertimento que según taquilla puede generar o no continuación (no la necesita, tampoco le hace ascos a ampliar su cosmogonía), y que personalmente, obviando sus evidentes diferencias, en mi subjetividad me retrotrae a cómics del maestro Jack Kirby en su aspecto más cósmico de los años 70, como LOS ETERNOS de Marvel o LOS NUEVOS DIOSES de Dc.
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