Para tener ya 75 años, Ridley Scott no parece un clásico, ni lo pretende. A diferencia de Spielberg, que quiere ser David Lean y John Ford, Ridley Scott podría ser cualquiera. Quizá sea ese su don. Fue el primer moderno, el que creó pura serie b que se anticipó a su tiempo. Alien, Blade Runner, y basta. Prometheus es heredera de las dos. El robot filonazi, admirador de Peter O´toole, es lo mejor para mí de esta película. Donde se adivina el cachondeo, la ironía, el distanciamiento de Scott con su obra. Es el punto de vista del director con respecto al cine de verdad, al clasicismo. Es un narrador, un espectador y además, el que precipita todo. Manipula, desprecia y maneja a los humanos como quiere, y además, sirve a su creador y a los intereses de Wyland con fervor y entrega. La Corporación como la Nueva Dictadura. Prometheus no es para tomársela muy en serio. Hay malos malísimos, héroes al viejo estilo y diseños alucinantes de R.H.Giger, los que no se pudieron meter en anteriores películas de la saga. Pero aunque Scott no se tome en serio, le sigue dando mil vueltas a George Lucas y a todos esos discípulos videocliperos más jóvenes que hiceron la transición del videojuego a la pantalla. Prometeo prometía más, es cierto, pero a su manera, es un pequeño clásico.
*Qué buena pareja harían el robot de Lluís Homar en "Eva" y el David-8 de Prometheus.
*La cabeza parlante del robot me recuerda mucho al cadáver flotante y charlatán de Estrella Oscura, de ¿Wes Carpenter?(Sic)
*Moebius siempre presente en la estética sci-fi, ¿y cuándo los cómics de Richard Corben en el cine?
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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