EXORCISMUS (La Posesión de Emma Evans) emplea un impactante estilo cercano al cinema verité, distante de la forma de falso documental tan actual y efectiva en el género, y más próximo al del cine social de Ken Loach. El hecho de estar ubicada en Inglaterra y con actores prácticamente desconocidos ayuda a esta percepción del drama trágico de la familia Evans, si bien el efectismo de algunas secuencias y el virtuoso montaje de todas las escenas provoca una inmersión absoluta en la historia, que va dosificando inteligentemente la tensión para sorprender, cuando el estallido de la misma se ha hecho ya evidente, con una serie de giros argumentales del todo inesperados que aportan coherencia al conjunto.
Al igual que en su contemporánea EL ÚLTIMO EXORCISMO (reseñada en este blog), los personajes, sus intérpretes (también desconocidos) y sobretodo el suspense en una elaborada trama (solo en apariencia sencilla) son los puntos fuertes de un desarrollo siempre marcado por la fundacional e influyente EL EXORCISTA, pero de cuyo corsé autoimpuesto pelean valientemente por salir y aportar algo distinto al género, sin traicionar sus bases. Si bien hace ya bastantes años hubo un tímido intento milenarista de recuperar el género, fue con un puñado de títulos bien entretenidos pero con evidentes carencias y un exagerado efectismo visual, como fue el de STIGMATA, POSEIDOS, EL FIN DE LOS DIAS o incluso la última secuela (por ahora) de EL EXORCISTA.
Por ello, mis exorcistas favoritos del cine actual son sin duda el charlatán predicador de pacotilla descreído de EL ÚLTIMO EXORCISMO, y los nada piadosos sacerdotes y ambiguos (como poco) de REC 2 y LA POSESIÓN DE EMMA EVANS.
Al igual que en su contemporánea EL ÚLTIMO EXORCISMO (reseñada en este blog), los personajes, sus intérpretes (también desconocidos) y sobretodo el suspense en una elaborada trama (solo en apariencia sencilla) son los puntos fuertes de un desarrollo siempre marcado por la fundacional e influyente EL EXORCISTA, pero de cuyo corsé autoimpuesto pelean valientemente por salir y aportar algo distinto al género, sin traicionar sus bases. Si bien hace ya bastantes años hubo un tímido intento milenarista de recuperar el género, fue con un puñado de títulos bien entretenidos pero con evidentes carencias y un exagerado efectismo visual, como fue el de STIGMATA, POSEIDOS, EL FIN DE LOS DIAS o incluso la última secuela (por ahora) de EL EXORCISTA.
Por ello, mis exorcistas favoritos del cine actual son sin duda el charlatán predicador de pacotilla descreído de EL ÚLTIMO EXORCISMO, y los nada piadosos sacerdotes y ambiguos (como poco) de REC 2 y LA POSESIÓN DE EMMA EVANS.
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