FAST FIVE (FAST & FURIOUS 5) es el mejor (hasta ahora) de todos los los films de la saga A TODO GAS. El realizador Justin Lin ha sabido entender la franquicia y sobretodo adónde debe dirigirse. Lo demostró ya en la entrega anterior, aún reciente, que forma un tándem cohesionado con la actual, y lo hace además respetando la coherencia con el resto de capítulos (me refiero al segundo y tercero) que no contaron con la mayor parte de sus personajes centrales en el reparto, pero aportaron su granito a la tardía aunque oportuna y bienvenida madurez de la saga, que parece concebida ya para que siga perpetuándose.
Los protagonistas de las dispersas (hasta ahora) entregas anteriores se reúnen en esta nueva temporada de la serie cinematográfica, con una premisa que hace recordar a una versión hipermusculada, vigorosa y mucho más conseguida de la teleserie PRISON BREAK, que lejos de perder fuelle e interés como aquella, ha ganado en brío y espectacularidad. Recuerdo haber visto las 3 primeras pelis en televisión sin que me parecieran sobresalientes en ningún aspecto (pese a ser muy entretenidas) tal vez por lo convencional del enfoque que directores como Rob Cohen y John Singleton aplicaron con profesionalidad funcional, pero sin la ambición (ni probablemente el presupuesto) del volantazo a la acción épica pura que propone Justin Lin, que retoma a un Dominic Toretto (Vin Diesel) más héroe trágico que antes (como Riddick, su otro personaje talismán), y lo rodea de un elenco carismático acumulado durante aventuras anteriores y con la atractiva y aprovechada nueva incorporación de The Rock, que satisface el esperado y agresivo encuentro entre las dos estrellas del cine de acción actual.
El equilibrio entre los dinámicos y estéticos filmes del género que Hollywood ofrece hoy y los que popularizara en los años 80 es un hecho en esta película, y lo exprime sabiamente para obtener el mejor resultado posible. No es de extrañar que la crítica generalizada y con menos prejuicios haya alabado un film tan rotundamente comercial como honesto y redondo en su género.
De su colorido reparto, aparte de con Mia, la siempre eficiente y sufrida Jordana Brewster, y ante la ausencia de Michelle Rodríguez (llamada aquí ¡¡Leticia Ortiz!! ), me quedo con Han, el piloto japonés, y su final discretamente agridulce, ya que afirma con extraña seriedad premonitoria a modo de guiño: "Nunca he estado en Madrid. Volveré a Tokyo, pero será al final, al final del todo..." sabedores sus seguidores de que está destinado a morir allí en la tercera entrega, posterior cronológicamente a las actuales, sin prisa por llegar hasta eso punto de su historia.
El protagonismo de Rio de Janeiro y especialmente de sus favelas le confiere un atractivo especial a sus múltiples persecuciones y tiroteos, recordando la intensidad de TROPA DE ÉLITE y el sentido visualmente festivo de la guerra de BLACK HAWK DERRIBADO.
Si os entusiasma el film y queréis tener más pistas de por donde vendrán las próximas aventuras de Toretto, O`Connell y compañía, esperad a la escena posterior a los créditos finales principales, con nuevos cameos y alguna sorpresa. Espero que también vuelva The Rock, y claro, Elsa Pataky.
Los protagonistas de las dispersas (hasta ahora) entregas anteriores se reúnen en esta nueva temporada de la serie cinematográfica, con una premisa que hace recordar a una versión hipermusculada, vigorosa y mucho más conseguida de la teleserie PRISON BREAK, que lejos de perder fuelle e interés como aquella, ha ganado en brío y espectacularidad. Recuerdo haber visto las 3 primeras pelis en televisión sin que me parecieran sobresalientes en ningún aspecto (pese a ser muy entretenidas) tal vez por lo convencional del enfoque que directores como Rob Cohen y John Singleton aplicaron con profesionalidad funcional, pero sin la ambición (ni probablemente el presupuesto) del volantazo a la acción épica pura que propone Justin Lin, que retoma a un Dominic Toretto (Vin Diesel) más héroe trágico que antes (como Riddick, su otro personaje talismán), y lo rodea de un elenco carismático acumulado durante aventuras anteriores y con la atractiva y aprovechada nueva incorporación de The Rock, que satisface el esperado y agresivo encuentro entre las dos estrellas del cine de acción actual.
El equilibrio entre los dinámicos y estéticos filmes del género que Hollywood ofrece hoy y los que popularizara en los años 80 es un hecho en esta película, y lo exprime sabiamente para obtener el mejor resultado posible. No es de extrañar que la crítica generalizada y con menos prejuicios haya alabado un film tan rotundamente comercial como honesto y redondo en su género.
De su colorido reparto, aparte de con Mia, la siempre eficiente y sufrida Jordana Brewster, y ante la ausencia de Michelle Rodríguez (llamada aquí ¡¡Leticia Ortiz!! ), me quedo con Han, el piloto japonés, y su final discretamente agridulce, ya que afirma con extraña seriedad premonitoria a modo de guiño: "Nunca he estado en Madrid. Volveré a Tokyo, pero será al final, al final del todo..." sabedores sus seguidores de que está destinado a morir allí en la tercera entrega, posterior cronológicamente a las actuales, sin prisa por llegar hasta eso punto de su historia.
El protagonismo de Rio de Janeiro y especialmente de sus favelas le confiere un atractivo especial a sus múltiples persecuciones y tiroteos, recordando la intensidad de TROPA DE ÉLITE y el sentido visualmente festivo de la guerra de BLACK HAWK DERRIBADO.
Si os entusiasma el film y queréis tener más pistas de por donde vendrán las próximas aventuras de Toretto, O`Connell y compañía, esperad a la escena posterior a los créditos finales principales, con nuevos cameos y alguna sorpresa. Espero que también vuelva The Rock, y claro, Elsa Pataky.
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