
No es mi costumbre hablar de política en esta bitácora de cine, pero últimamente, las declaraciones de González Sinde, la ministra de (IN)Cultura, me sublevan. ¿Qué es eso de mandar callar a los artistas porque no sean expertos en la situación del Sáhara Occidental? ¿Quién se cree que es esta Comisaria Política para mandar callar a nadie? Sólo faltaba que hubiese dicho : -Como no os calléis vuestras protestas, os retiro las subvenciones.
Hace unos años, asistí a una Conferencia en la Biblioteca Nacional que impartió la otrora guionista y directora de cine Sinde. Su fina ironía y su caústico sentido del humor me cayeron bien, aunque ya percibí en ella esa pose de burguesita progre que tanto caracteriza a esa élite de artistas apegados al poder. Sus películas no me desagradan, pero Sinde no es Pilar Miró, aunque inconscientemente tienda a imitarla.
No sé qué se le pasó por la cabeza a Zapatero para nombrar ministra a esta mujer, si fue por ganarse o acercarse al colectivo cinematográfico, o para acabar de apuntillar la libertad de circulación en internet, o para afianzar la influencia del lobby de las disqueras y la sgae en las decisiones de su gobierno. Todo esto se me escapa, sólo pienso que cuanto más lejos se mantengan los intelectuales y artistas del poder político, mejor le irá a la libertad creativa y de expresión.
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