Vuelve Kevin Smith casi sin llamar la atención, como si él mismo fuera un director discípulo de su estilo, más jóven y moderno, pero fiel a su cine anterior a Jersey Girl, la gran cagada. Se ha sabido rodear del cómico de moda en USA ahora mismo, el canadiense Seth Rogen, para desarrollar una historia más directa, más simple (aún) y más coherente con ese tipo de cine descerebrado americano que en Europa nos encanta, como Supersalidos, Superfumados, American Pie, etc.. Quizá nos empeñamos en Europa en buscar un signo distintivo de autoría en esta clase de directores de culto, y nos montamos una historia en la que analizamos que Kevin Smith ya ha creado un estilo propio, como Woody Allen, que han seguido otros directores y actores de comedia. Vemos su sello en la serie Me llamo Earl, en el frikismo de un Alex de la Iglesia o Santiago Segura y en ciento un historias de frikis salidos de provincias que buscan a su amor perdido de la adolescencia. La vuelca de tuerca en esta peli, es que el prota, un gordo perdedor, vive desde hace años con su amiga querida de la infancia en plan rollo colega y compañeros de piso, sin que nunca haya surgido ninguna tensión sexual ni amorosa entre ellos. Como se quedan sin blanca y les cortan la luz y el agua, descubren por ciertos y peculiares avatares, que se puede ganar mucho dinero haciendo una peli porno amateur (muy amateur) por cuatro duros. Como a su amiga le da palo estrenarse como actriz porno con un desconocido, él le propone que se lo tire a él mismo, pues lo conoce desde los 9 años. Pero claro, ahí surgirá el lío. Uno puede ver ecos de pelis anteriores, Clerks, Mallrats y sobretodo, de Persiguiendo a Amy, su obra maestra aún no superada. También me recordó mucho a los personajes de la serie Chuck, Reaper y de otras que este director ha producido. Creo que está sabiendo cómo reinventarse para no agotar su estilo.
Vuelve Kevin Smith casi sin llamar la atención, como si él mismo fuera un director discípulo de su estilo, más jóven y moderno, pero fiel a su cine anterior a Jersey Girl, la gran cagada. Se ha sabido rodear del cómico de moda en USA ahora mismo, el canadiense Seth Rogen, para desarrollar una historia más directa, más simple (aún) y más coherente con ese tipo de cine descerebrado americano que en Europa nos encanta, como Supersalidos, Superfumados, American Pie, etc.. Quizá nos empeñamos en Europa en buscar un signo distintivo de autoría en esta clase de directores de culto, y nos montamos una historia en la que analizamos que Kevin Smith ya ha creado un estilo propio, como Woody Allen, que han seguido otros directores y actores de comedia. Vemos su sello en la serie Me llamo Earl, en el frikismo de un Alex de la Iglesia o Santiago Segura y en ciento un historias de frikis salidos de provincias que buscan a su amor perdido de la adolescencia. La vuelca de tuerca en esta peli, es que el prota, un gordo perdedor, vive desde hace años con su amiga querida de la infancia en plan rollo colega y compañeros de piso, sin que nunca haya surgido ninguna tensión sexual ni amorosa entre ellos. Como se quedan sin blanca y les cortan la luz y el agua, descubren por ciertos y peculiares avatares, que se puede ganar mucho dinero haciendo una peli porno amateur (muy amateur) por cuatro duros. Como a su amiga le da palo estrenarse como actriz porno con un desconocido, él le propone que se lo tire a él mismo, pues lo conoce desde los 9 años. Pero claro, ahí surgirá el lío. Uno puede ver ecos de pelis anteriores, Clerks, Mallrats y sobretodo, de Persiguiendo a Amy, su obra maestra aún no superada. También me recordó mucho a los personajes de la serie Chuck, Reaper y de otras que este director ha producido. Creo que está sabiendo cómo reinventarse para no agotar su estilo.
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