GRAN TORINO es una experiencia agridulce, un cuento con un héroe sobreexplicado que ingenuamente puede sacrificarse con dignidad por los demás y marcar la diferencia de forma útil, lo que dá a la historia un carácter creíble pero para nada realista, ya que está situada en la actualidad y no en western irreal. El personaje de Eastwood y su relación con los demás se perfila a la perfección, quedando demasiado evidente su discurso y sus matizes similares con personajes anteriores y populares de su cine (como actor):El pistolero cansado y enfermo de Sin Perdón, el agente traumatizado de En la Línea de Fuego, el racista megaduro de Harry el Sucio, el solitario patético de Bronco Billy o el Aventurero de Medianoche, el héroe de barrio de La Gran Pelea.
Como curiosidad se me antoja el subjetivo paralelismo entre Eastwood como una versión "inversa" del Sensei señor Miyagi de la saga Kárate Kid (Dar cera, pulir cera, pero a su modo,..occidentaliza en lugar de orientalizar).
También le queda, como al personaje de Tommy Lee Jones en No es Pais para Viejos un poso del hombre cuyos pensamientos, emociones y acciones ya no cuentan en el mundo que le ha dejado atrás, pero repito, tratado aquí de forma mucho más optimista (sus acciones Sí que cuentan finalmente) y fabulesca que en aquella.
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