Las calles de Nueva York cubiertas de verdina y jaramagos. La ciudad integrada en la salvaje naturaleza. Los gamos corriendo por amplias avenidas, entre los coches abandonados, y un hombre solo, como un antiguo cazador del pasado, persiguiendo a su presa. Un hombre que para no caer en la demencia, sigue viviendo con sus rutinas como si nada hubiera pasado, al igual que Tom Hanks charlaba con su balón de rugby en Naúfrago.
Crear una peli de cine indy con maniquíes en un videoclub, y sacar todo el cine posible, de la A a la Z, con el tiempo de una vida para disfrutar de la cultura que nos fue dada. ¿Qué legado se le dejará a la humanidad cunado ya no haya humanidad?. ¿Qué es lo que nos hace civilizados?.
Will Smith como el primer y último hombre en África, aquel que domesticó a un lobo y se lo llevó a rondar la sabana.
¿Qué harías tú en medio de un planeta deshabitado, aferrado a una misión suicida, con una responsabilidad enorme?
No me esperaba nada, pero me encontré una sucesión de imágenes sugerentes y una historia que enganchaba. La fantaciencia del pasado, como un cuento contemporáneo, con los efectos especiales de ahora mismo, al servicio de una buena historia con un final no redondo, por su esperanza en el ser humano, a pesar de todo, como si hubiera que destruirlo todo para que exista una oportunidad de reflexión y renacimiento. Amén.
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