Sólo me pregunto una cosa : ¿qué película hubiera hecho Igmar Bergman con estos mimbres?. La fotografía es pastelosa, la música sentimental, y el pedazo de actrices que lo pueblan hacen un grandísimo trabajo en esta historia que intenta ser sincera aunque se quede corta, muy corta en la profundidad de los sentimientos de los personajes. Logra emocionar por partes, cuando hay un diálogo franco y sentido entre amigas, madres e hijas, hermanas, amigos enamorados, pero no cuando se nos mete con calzador secuencias infumables que pretenden reflejar un realismo mágico, que en una ambientación gringa queda ridículo. Pero son Vanessa Redgrave, Meryl Streep, Claire Danes, etc.. grandes actrices que te hacen creíble cualquier frase.
Esta historia merece ser europea, y uno se va del cine triste por los personajes, por el Tiempo con mayúsculas, que se va, y porque a la melancolía del amor perdido se le hubiera podido sacar mayor partido.
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