Sólo puedo decir, y sé que es escaso, que esta película se me hizo laaarga y aburrííída, pesaaaada y reiteratiiiiva. Por una razón parecida, no quise ver Lincoln. Y eso que Caballo de Batalla si me agradó, me pareció un entretenido homenaje a David Lean.
Spielberg se ha convertido en un director clásico, pero a diferencia de sus modelos de los 50 y 60, él no sabe comprimir y condensar. A veces hace alegatos, y otras, se le va la mano con su modelo panfletario. Y ojo, esto no está mal. Eisenstein, Griffiths, hicieron buen cine-panfleto e inventaron la narrativa fílmica. A Spielberg se le ve a la legua sus pretensiones didácticas, cuando ya nadie rueda así ni pretende tal cosa. Parece que quiere hacer cine para los niños y adolescentes y dejar un legado para la posteridad. Pero, ¿qué niños?, ¿qué adolescentes?. ¿Los de los 50?.
El público ha cambiado. No es tan inocente, está más resabiado.
Mi opinión es : si quieres ver clásicos, vete a las fuentes, no a los tributos contemporáneos.
Otra cosa es Tarantino, que fagocita lo que ve.
*Dos temas que me parecieron que valían la pena de El puente de los espías :
- el personaje del espía soviético, brillante y estóico.
- la escena en la que unos quinquis del Berlín Oriental le roban el abrigo a un cómico Tom Hanks.
*Y añado : quizá la novedad en este relato, es que Spielberg trata de poner a la misma altura a las dos partes implicadas en la Guerra Fría; no es que los EEUU fueran mejores que la URSS, es que había tipos íntegros como Hanks que intentaban ser justos a pesar de los intereses de su propio país. Pero, al final, ¿siendo justos no acaban por convertirse en títeres de los poderes políticos que los manejan?.
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Spielberg se ha convertido en un director clásico, pero a diferencia de sus modelos de los 50 y 60, él no sabe comprimir y condensar. A veces hace alegatos, y otras, se le va la mano con su modelo panfletario. Y ojo, esto no está mal. Eisenstein, Griffiths, hicieron buen cine-panfleto e inventaron la narrativa fílmica. A Spielberg se le ve a la legua sus pretensiones didácticas, cuando ya nadie rueda así ni pretende tal cosa. Parece que quiere hacer cine para los niños y adolescentes y dejar un legado para la posteridad. Pero, ¿qué niños?, ¿qué adolescentes?. ¿Los de los 50?.
El público ha cambiado. No es tan inocente, está más resabiado.
Mi opinión es : si quieres ver clásicos, vete a las fuentes, no a los tributos contemporáneos.
Otra cosa es Tarantino, que fagocita lo que ve.
*Dos temas que me parecieron que valían la pena de El puente de los espías :
- el personaje del espía soviético, brillante y estóico.
- la escena en la que unos quinquis del Berlín Oriental le roban el abrigo a un cómico Tom Hanks.
*Y añado : quizá la novedad en este relato, es que Spielberg trata de poner a la misma altura a las dos partes implicadas en la Guerra Fría; no es que los EEUU fueran mejores que la URSS, es que había tipos íntegros como Hanks que intentaban ser justos a pesar de los intereses de su propio país. Pero, al final, ¿siendo justos no acaban por convertirse en títeres de los poderes políticos que los manejan?.
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