Partiendo de una premisa similar a la de EL FIN DEL MUNDO EN 35 MM (CIGARETTE BURNS), la búsqueda de una película de terror maldita perdida, COLINAS SANGRIENTAS tiene como único nexo con ella la aparición esquinada del snuff y un ramillete de inspiradas reflexiones visuales acerca de la pasión por hacer y ver cine, como el protagonista director amateur del documental para la blogosfera literalmente atado a la mesa de edición.
En ésa y otras escenas comparte plano con William Sadler, uno de tantos iconos del cine fantástico americano reciente de serie B y único rostro conocido del reparto. El film es un afortunado slasher cinéfilo de excelente factura que elude la fiebre de remakes literales del género y el exceso autoreferencial de los 90 pero que bebe directamente de las fuentes que lo
engendraron en los años 70 y 80, y donde veo algún breve destello del primer cine de Brian DePalma, especialmente de IMPACTO y aquellas pelis que aún siendo de grandes estudios destilaban lo que en ocasiones hoy se califica como sabor independiente.
Y es que no hay nadie más independiente que el cineasta del maldito film THE HILLS RUN RED, porque como muchos artistas afirman, una obra (o película) nunca se termina, sencillamente se abandona.
De su edición española en DVD destacar un ameno e interesante Making Of donde vemos las manos del auténtico director de la peli (Dave Parker) doblar a las de su asesino Babyface mientras le preguntan: "¿Te crees que eres Dario Argento?", y a la sexy Sophie Monk mirar las imágenes del copión de rodaje donde aparece bailando desnuda y afirmar rotunda: "Desde luego, tengo buenas tetas"
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